¿Por qué aparece niebla al abrir una cerveza?

Por • 3 Ene, 2009 • Sección: Preguntas con Respuesta
Cerveza

En estos días tan festivos estaremos acostumbrados a ver este fenómeno físico casi todos los días.

La niebla de la cerveza (champán, refresco de cola…) no difiere de cualquier otra niebla: se trata de una acumulación de partículas diminutas de agua líquida que se condensan en el aire en condiciones de baja temperatura, pero que son demasiado pequeñas para caer en forma de lluvia. Así pues, quedan suspendidas como resultado de sufrir el bombardeo constante de las moléculas de aire. Y tienen un aspecto blanquecino porque reflejan por igual todas las longitudes de onda de la luz. El desconcierto surge aparentemente por el hecho de que no podrá haber niebla en el interior de la botella hasta que se abra, aunque la temperatura permanezca constante. ¿Qué sucede entonces al abrir la botella que provoca la formación de esa niebla tan característica? El espacio localizado encima de la cerveza cuando la botella está cerrada contiene una mezcla de aire, dióxido de carbono comprimido y vapor de agua, todos ellos gases. Las moléculas de agua que componen el vapor pueden permanecer en ese estado sin dificultad, es decir, alejadas unas de otras en forma de gas invisible, una situación preferible a su agrupamiento para formar partículas de niebla. En cambio si se agrupan es porque han llegado hasta ese lugar después de saltar desde la superficie de la cerveza; y a la temperatura de la cerveza, sólo un número determinado de ellas, y no más, habrá disfrutado de la energía suficiente para arrojarse al vacío. (Más científicamente, el vapor de agua está en equilibrio con el líquido a esa temperatura.) Las moléculas del agua permanecerán así hasta que se haga el acto presencial para alborotarlo todo y abrir el tapón y liberar toda la presión que alberga la botella en su interior.

Cuando se libera la presión, los gases comprimidos pueden súbitamente expandirse, y cuando los gases se expanden pierden parte de su energía y se enfrían. Los gases estarán ahora lo suficientemente fríos para condensar parte del agua, dando lugar a esa niebla que se puede apreciar.

Si la cerveza no se sirve de inmediato, muy posiblemente se distinguirá algo de niebla elevándose por encima de la boca de la botella y derramándose por todo el bar. Eso significa que el gas dióxido de carbono disuelto está abandonando la cerveza y se expande al entrar en contacto con el aire más cálido situado en la zona superior del continente. A medida que se expanda, elevará consigo parte de la niebla. Entonces, dado que el dióxido de carbono pesa más que el aire, se derramará como una catarata invisible, arrastrando a su paso parte de la niebla de los costados de la botella.

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Un comentario »

  1. […] de empacharnos de champán (viendo su niebla), de cordero, de mantecados, etc, no paramos de pensar en las calorías. En cómo perder estas […]

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