¿Por qué es difícil apreciar la belleza de la ciencia?

Por • 17 Mar, 2011 • Sección: Hablar de Ciencia

Esta reflexión la encuentro en el libro La poesía de los números. El rol de la belleza en matemáticas. El autor, Antonio J. Durán, se refiere sólo a las matemáticas. Yo lo amplío a la ciencia en general, le añado mis comentarios y algunas imágenes para que sea más visual.

¿Cómo convencer a alguien la belleza que esconden las ecuaciones E=mc2 (equivalencia entre masa y energía),  h2 = a2 + b2 (teorema de Pitágoras) o F=ma (segunda ley de la dinámica)? ¿Cómo comparar los cinco símbolos de E=mc2 con la novena de Beethoven, el Guernica de Picasso o el David de Miguel Ángel, en el caso de querer compararlas? Yo también elegiría la música, la pintura o la escultura si lo que busco es el placer a través de mis sentidos.

Con los cinco sentidos detectamos las señales que nos llegan de nuestro entorno. Si esas señales nos parecen armónicas decimos que es bello.

Para apreciar una pintura usamos los ojos, y la belleza de un cuadro radica en la combinación armónica de elementos tales como la forma, los colores, la composición, el espacio y la luz, sumados a factores subjetivos como ética, moral, conceptual, etc.

En la música usamos los oídos, y la belleza de una obra reside en la ordenación temporal de los acordes musicales, su carácter cinético, el cambio de intensidad, los instrumentos usados, etc.

En literatura, usamos la vista, aunque al leer, y gracias a nuestra imaginación, escuchamos, olemos, tocamos y degustamos.

En la gastronomía, usamos muchos sentidos, sobre todo el gusto (suma de lengua y olfato) para saber si una comida está sabrosa, la vista, los colores nos indican si está podrida o no, el tacto, apreciando la textura del alimento, e incluso el oído, que transmite la caída del vino en la copa (que nos da información sobre el equilibrio glicerina/alcohol).

Pero, ¿y las matemáticas y la ciencia? ¿Por qué no nos parece bello el teorema de Pitágoras, la ecuación de segundo grado y la ley de gravitación de Newton?

En matemáticas y en ciencia con los cinco sentidos no es suficiente. Los razonamientos matemáticos les ocurre como a la literatura, tienen valor estético pero no perceptivo.

Lo importante reside en su contenido y lo que significa. Piénsese que, aunque sirvan para describir y comprender la realidad, las matemáticas parecen transcurrir en el cerebro de los humanos, de manera que un teorema no es más que una transferencia del cerebro de un individuo al de otro. Nada hay, por tanto, más independiente de los sentidos que las matemáticas. Por ello, el significado de las matemáticas no se aprehende por un acto de percepción sino por un proceso de pensamiento discursivo.

El significado estético de las matemáticas no se aprecia a través de los sentidos sino mediante un proceso de análisis intelectual; de ahí la dificultad para percibir la belleza de las matemáticas y la ciencia en comparación de la pintura, una escultura o una composición musical. Para apreciar dicho valor estético es necesario esfuerzo, y a mayor esfuerzo requerido más complicado y difícil será la apreciación de la belleza de las matemáticas y la ciencia. Aunque posiblemente, más intensa será la recompensa, pues tras esa dificultad tal vez se esconda la brillantez, profundidad y genialidad de una gran idea matemática o científica.

Hay que decir también que tanto el arte, la pintura, la música o la escultura, cuanto más conoces sobre las obras, cómo se hicieron, qué técnica se usó, que contexto rodeaba al artista en el momento de la creación o qué quiere decir el artista con la obra, más bellas y profundas te parecerán.

Toda creación humana es bella, sólo hay que saber con el ángulo que hay que mirar para encontrarla.

¿Será la causa por lo que hay muchos menos estudiantes de ciencias que de humanidades?

Qué importante, ¡y qué difícil!, es saber transmitir la belleza de lo que se está enseñando.

Hablando de belleza:  Rosa polar: una ecuación bella para un experimento bello.

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