La vida secreta del docente.
Por Lorenzo Hernández • 12 Sep, 2013 • Sección: EnseñanzaTodo el mundo cree conocer lo que hace un docente: imparte sus clases y se va a casa. No sé el motivo, pero si un abogado dice que tiene 150 contratos que revisar en casa parece que se lleva una gran carga de trabajo y si un docente dice que tiene 150 exámenes que corregir (5 grupos de 30 alumnos cada uno, más trabajos o cuadernos si se da el caso) no se le suele dar demasiada importancia. Supongo que el alumnado y los padres quieren que el docente le dedique el tiempo suficiente a sus exámenes para poder evaluarlos correctamente. Si suponemos que se tarda una media de 15 minutos por examen, y tenemos 150 exámenes que corregir, serían 2250 minutos que equivalen a 37.5 horas. Esto es un trabajo extra que no sé por qué no se valora. Pero no quiero hablar de este tipo de trabajo que entra dentro del sueldo y las obligaciones del docente. Lo que quiero es reivindicar todo ese trabajo extra, totalmente voluntario, que el docente dedica a distintas actividades y que nunca se comenta ni por asomo como un mérito del docente en los medios de comunicación ni en la sociedad en general. Expondré a continuación varios ejemplos que conozco, aunque existen muchos más:
Preparación del alumnado para olimpiadas de ciencias.
No falta la foto anual de los ganadores de las olimpiadas de Física, de Química o de otra disciplina. Dicha foto es el final de una historia que suele durar un año donde algunos profesores dedican tiempo y esfuerzo a reforzar y preparar al alumnado que quiere presentarse. Esta preparación se hace, como es lógico, fuera del horario de clase. Horas que el docente podría dedicar a preparación de prácticas de laboratorio, corrección de exámenes, o simplemente a tiempo libre.
Preparación de semanas temáticas.
Algunos centros realizan semanas temáticas, como por ejemplo la Semana de la Ciencia del IES Floridablanca (Murcia). El trabajo del profesorado de ciencias antes de esa semana consiste en pensar y preparar las actividades y/o experimentos y enseñar al alumnado, generalmente de bachillerato, lo que tiene que hacer para que sean ellos los que participen y enseñen a los de cursos inferiores todo lo que se ha preparado. Esto, además de prepararse fuera del horario lectivo, aumenta el nivel de preocupación y estrés, por si no tuvieran suficiente, de los profesores encargados.
Coros.
En casi todos los institutos suele haber un coro organizado por el departamento de música y donde suelen colaborar también profesores de otras áreas que tengan buena voz. Se suele ensayar en los recreos (momento de descanso del docente) o en algunas tardes (fuera del horario lectivo). También se preparan musicales, teatros, etc., que tienen que ensayarse por las tardes, con lo que conlleva la organización de un gran número de alumnos participantes, preparación de decorados, etc.
Viajes.
Es común hacer viajes en el curso a diversos lugares: conciertos didácticos, parques de las ciencias, monumentos, museos, etc. Viajes que suelen durar toda una jornada por lo que se hacen horas extras por las tardes. Sí, los profesores van gratis. Sé de una compañera a la que un padre le reprochó que iba gratis al viaje. Ella le contestó, con mucha educación, algo parecido a esto:
La excursión es una actividad que está fuera de mis obligaciones y si la realizo es para mejorar de la formación del alumnado (de su hijo/a). Si además tengo que pagar, en vez de ir con 60 alumnos ejerciendo de vigilante, iría con mi marido un fin de semana.
Parece que esto hay muchas gente que aún no lo entiende.
Revistas.
Hay multitud de centros que preparan una revista, ya sea en papel o digital, donde los docentes involucran al alumnado para participar, ya sea redactando, maquetando, fotografiando, etc. Es una forma de que lo que se hace en el centro salga afuera y lo pueda conocer más gente. Si es una revista impresa algunos profesores tienen que moverse para conseguir dinero de empresas para financiarla, a cambio de poner publicidad en dicha revista.
Educación y cultura.
Cuando me involucro en alguna actividad de estas suelo pensar que quizá el alumno sea la primera vez que vaya a una obra de teatro, a un parque de la ciencia, a un concierto de música clásica, que haya tomado una foto con una intención más allá de subirla al Facebook… Mucha gente piensa que estas actividades son puro entretenimiento pero tenemos que pensar que en los colegios e institutos es donde por primera vez un alumno juega a ser científico en un laboratorio de verdad, a ser actor o actriz, músico, fotógrafo, periodista…Muchos de ellos encuentran la vocación profesional en alguna de estas actividades. La educación y la cultura están íntimamente relacionadas. A través de la educación se transmite la cultura (matemáticas, física, filosofía, música, teatro…) y si dejamos de hacer este tipo de actividades seguramente habrá menos vocaciones y menos gente que llene conciertos y teatros.
Vocación no pagada.
Todo esto lo organizan los docentes fuera de su horario lectivo y de sus responsabilidades. A esto se le llama vocación, pero las horas extras de dicha vocación son pagadas con mala prensa, aumento de la jornada laboral, más alumnos en el aula, eliminación de una paga y con varias bajadas de suelo. Uno se consuela con una palmadita en el hombro de un compañero y el reconocimiento del claustro de profesores que agradece todos estos actos.
Una forma de protestar es anular todo tipo de actividades extraescolares y simplemente ceñirnos, como cree mucha gente, a impartir nuestra asignatura e irnos a casa, eso sí, en muchas ocasiones a corregir y preparar clases. Esto se hizo en algunos centros hace algunos años como protesta pero sirvió para poco. Los más perjudicados como siempre son los más débiles: el alumnado.
No conozco en profundidad otros gremios, pero pocos hacen horas extras sin un trasfondo económico, simplemente para enriquecer la vida de otras personas.
Empieza un nuevo curso con muchos docentes con los ánimos bastante tocados, pero empezaremos con fuerzas…a ver lo que duran.