La Ciencia es la cultura compartida por todos.
Por Lorenzo Hernández • 7 Ene, 2014 • Sección: Hablar de CienciaLa cultura, en un sentido amplio del término, es todo aquello que no se transmite genéticamente, es decir, que es aprendido. La música, el arte, la escritura, la gastronomía o la ciencia forman parte de la cultura humana porque hemos ido incorporando estas habilidades conforme las hemos ido descubriendo y enseñando a nuestros descendientes. Sin embargo, rasgos como el color de la piel o de los ojos, o el poder ver los colores, no son rasgos culturales sino genéticos. Por tanto, aunque aún pueda haber gente que es capaz de afirmar que la ciencia no es cultura, la ciencia no sólo es que sea cultura sino que es un tipo de cultura muy especial: es la cultura compartida por todos.
Las creencias, la música, los gustos, la manera de saludar, los gestos, la manera de afrontar la muerte, el matrimonio… Todo esto son convenciones sociales de un grupo y ninguna es mejor que otra (no me refiero desde un punto de vista ético), simplemente diferente. Son rasgos que diferencia un tipo de cultura de otra. Pero no existe varios tipos de ciencia. Puede que una cultura no haya desarrollado la ciencia y la tecnología pero si la desarrolla o entra en contacto con ella la adoptará de la misma manera, independientemente de la cultura. Al fin y al cabo, la realidad física no cambia según la cultura. Un cuchillo de acero corta mejor que uno de madera en una tribu africana, en China, en Japón o en Australia.
Cuando la medicina estaba más cerca de la brujería que de la ciencia, la manera de «curar» dependía de la cultura en que se practicase, pero hoy día la ciencia médica (la que funciona) se practica en todas las latitudes del mundo, lo que parece lógico, ya que todos tenemos nervios, huesos y músculos, nos afectan los mismos virus y bacterias, y los síntomas de las enfermedades son, de manera general, iguales. Además, en el caso de la medicina, cualquier cultura puede observar los músculos o los huesos y podrán aceptar la cura de ciertas dolencias.
De hecho, culturas que han tenido y siguen teniendo tradiciones muy marcadas, como la japonesa o la china, han aceptado la ciencia, siendo hoy día, como es el caso de Japón, pioneros en investigaciones científica y tecnológicas. Es fácil encontrar diferencias en rasgos culturales de civilizaciones muy alejadas y, sin embargo, observar que coinciden en la forma en que hacen investigación científica.
El conocimiento científico sería lo que ofreceríamos a unos supuestos extraterrestres que visitaran la Tierra y nos pidieran un proyecto común de toda la humanidad, que hubieran participado todos los países, algo que compartiéramos todos, más allá de nuestros gustos, creencias o tradiciones.
Aunque lo que he dicho es obvio, me ha parecido oportuno que este sea el mensaje del primer post de este año 2014.
Feliz año a todos.
Una «obviedad», por otro lado, excelentemente expresada que conviene recordar a menudo.
Estupendo artículo.
Feliz año.
Muchas gracias Samuel. En muchas ocasiones lo obvio es lo que solemos pasar por alto.
Saludos.