Las tres dimensiones y la ciencia.

Por • 28 Oct, 2009 • Sección: Hablar de Ciencia

Resulta curioso que aún viviendo en tres dimensiones espaciales y una temporal (dejemos a un lado las once dimensiones que predice la teoría de cuerdas: las 3 del espacio, 1 temporal y 6 adicionales resabiadas o «compactadas» y 1 que las engloba formando «membranas» de las cuales se podría escapar parte de la gravedad de ellas en forma de «gravitones»), nos ha costado, y nos sigue costando, pensar en tres dimensiones. La visión en tres dimensiones de dos genios, Aristarco de Samos y Linus Paulig, produjeron un gran avance en sus ciencias respectivas y en épocas alejadas más de 1900 años.

En el año 280 a.C. Aristarco de Samos fue el primero en aplicar la geometría a un Cosmos tridimensional. Además, calculó la relación de distancias entre el Sol y la Luna y obtiene una distancia Tierra-Sol de unas 20 veces mayor que la distancia Tierra-Luna, lo cual le llevó a la conclusión que el Sol está mucho más lejos que la Luna y, como desde la Tierra el tamaño aparente de los dos es el mismo, solo cabe deducir que el Sol es mucho más grande que la Luna. Aristarco pensaba que no era lógico pensar que un cuerpo de mayor tamaño gire alrededor de uno mucho menor, con lo cual retira a la Tierra del centro del Universo para colocarla girando alrededor del Sol. Por primera vez se plantea el Heliocentrismo y se considera la Tierra como un planeta más, una idea revolucionaria para su tiempo y que rápidamente fue desestimada. Aristarco además, obtiene también el tamaño relativo de la Tierra y la Luna y lo establece en un 0,36 (hoy se sabe que es 0,27).

Mucho después, en 1901, nace Linus Pauling, ganador de dos premios Nobel: el primero de Química, por su pionero e imaginativo trabajo en química, y el segundo de la Paz, por su campaña contra las pruebas nucleares terrestres en nombre de la paz. Linus Paulig solía pensar los dilemas científicos justo antes de apagar la luz para dormirse. Decía que había entrenado su subconsciente para trabajar mientras él descansaba, y vio que si se dormía resolviendo un problema, la solución en ocasiones «saltaba» y le golpeaba en forma de una sensación intuitiva. Y, como he indicado, le funcionó muy bien. Un aspecto de la revolución que aportó a la química era despegar estructuras de un plano bidimensional e insistir en hablar de ellas en términos de su espacio tridimensional (quien sabe, igual se lo imaginó con los ojos cerrados). Como la mayoría de su trabajo, al principio fue polémico, pero pronto se aceptó e incorporó a la corriente principal de pensamiento. Linus Pauling fue uno de los que sugirió que el ADN era una cadena que se envolvía sobre sí misma como algún tipo de espiral y  que tenía tres ramales entrelazados. Al final, como sabemos, fueron Watson y Crick los autores del descubrimiento, con la ayuda nunca reconocida de Rosalind Frankind, autora de las fotos de rayos x que Watson y Crick utilizaron para su descubrimiento.

No deja de ser llamativo la separación temporal de ambos descubrimeintos y la aplicación de la visión en tres dimensiones para intuir una solución.

Fuentes consultadas:

http://bibliadelarazon.blogspot.com/

Las grandes ideas que formaron nuestro mundo. Pete Moore. Lisma Ediciones, S.L. 2003.

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3 comentarios »

  1. Bonita entrada. Hay otros casos en la historia en la que el «trabajo» inconsciente ha conseguido aportar luz sobre distintos problemas. Me lo tomo como un buen consejo.

    Saludos

  2. […] Las tres dimensiones y la cienciawww.cienciaonline.com/?p=1978 por Kunzahe hace pocos segundos […]

  3. […] Linus Pauling es el único científico que ha recibido dos premios Nobel en solitario y en disciplinas distintas: uno de Química (1954) y otro de la Paz (1962). Su contribución a la Química fue múltiple y, entre otras cosas, fue pionero en despegar estructuras de un plano bidimensional e insistir en hablar de ellas en términos de su espacio tridimensional (ver: las tres dimensiones en la ciencia). […]

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