Cosas que habría que saber antes de estudiar ciencia (IX): El inexistente método científico.
Por Lorenzo Hernández • 3 Nov, 2013 • Sección: Hablar de CienciaRetomamos la serie «Cosas que habría que saber antes de estudiar ciencia» hablando del método científico o, mejor dicho, del inexistente método científico. Es un tema muy tratado pero no podía faltar si queremos hablar de «cosas que hay que saber sobre la ciencia».
Que no existe el método científico como una serie de pasos universales que se deben seguir para realizar un descubrimiento es sabido por todos los científicos, por los que tienen cierta cultura científica o por lo que han leído algo de historia o filosofía de la ciencia. Sin embargo, en muchos libros de texto de 3º de la ESO sigue siendo una parte fundamental de la primera unidad (titulada en muchos casos «El método científico»), dando una imagen distorsionada e irreal de cómo funciona y avanza la ciencia. Incluso algunos suelen introducir una bonita imagen en forma de espiral con la secuencia de los pasos a seguir. Por si no fuera suficiente, los personajes son sólo dos personas que recorren todos los pasos hasta llegar al éxito y publicar un artículo. Si fuera así de sencillo…
Quizá sería mejor, en vez de enseñar las etapas del (inexistente) método científico, dedicar el tiempo a fomentar las habilidades que hay que tener para poder superarlas con éxito. Según Hull (1959) son las siguientes:
- 1.ª Comprensión profunda de la ciencia existente, de sus virtudes y de sus deficiencias.
- 2.ª Vivacidad, agudo poder de observación, “olfato” para rastrear conexiones ocultas entre fenómenos aparentemente inconexos.
- 3ª. Imaginación fértil para la construcción de hipótesis fecundas.
- 4.ª Habilidad matemática para desarrollar esas hipótesis.
- 5.ª Agudeza e ingenuidad- es decir, falta de prejuicios- experimentales y habilidad mecánica para realizar la experimentación.
Pero incluso esto sería una empresa demasiado complicada. Si analizamos a los grandes genios de la ciencia podemos observar que no reunieron todas estas habilidades para hacer grandes hallazgos. Según Hull (1959), Arquímedes y Newton gozaban de esos talentos con gran abundancia. Faraday, el teórico de la electricidad, los tenía todos menos el cuarto. Maxwell, que desarrolló matemáticamente las ideas de Faraday, carecía sólo del quinto talento. Pero no son frecuentes los hombres y mujeres tan dotados. Por eso es raro que una teoría científica se desarrolle por el trabajo de un solo hombre o mujer: casi siempre se necesita la combinación de los talentos de varios. Por ejemplo, para aceptar que la Tierra se movía alrededor del Sol hicieron falta, en unos cien años, un sabio enciclopédico (Copérnico), un observador incomparable (Tycho Brahe) y un matemático lleno de imaginación intelectual (Kepler), ninguno de los cuales habría dado lugar al gran éxito de la astronomía moderna sin la contribución de los otros dos, resolvieron el problema planteado 2000 años antes por los griegos.
[pullquote]Métodos muy eficaces en ciertas áreas son inaplicables o ineficientes en otras.[/pullquote]Pero no hay que ser muy espabilado para darse cuenta de que los científicos no pueden trabajar todos igual. Si hablamos de método nos estamos refiriendo a la metodología, es decir, a la forma en que los científicos descubren, y es obvio que la metodología para conocer cómo se aparean los leones en la sabana no puede ser la misma que para unificar las fuerzas fundamentales de la física.
La ciencia se divide y subdivide en multitud de especialidades, cada una con su metodología específica. Incluso si hablamos de física podemos observar que ni siquiera se parecen la metodología seguida en la física teórica y la experimental. Métodos muy eficaces en ciertas áreas son inaplicables o ineficientes en otras.
En textos de Didáctica de la Ciencia dedicados a qué enseñar sobre la Ciencia se hace hincapié en que no hay un método científico universal. Así, McComas y Olson (1998), Osborne et al. (2003) y Bell (2009), afirman que «No existe un método científico universal. Los científicos emplean una amplia variedad de enfoques y estrategias para generar conocimiento científico, incluyendo observación, inferencia, experimentación… En ocasiones, se producen hallazgos casuales o inesperados, que suponen también importantes avance para la Ciencia.»
[pullquote]…para hacer ciencia no se está determinado a seguir una metodología específica pero sí a seguir ciertas «reglas».[/pullquote]Pero que no exista un método científico no quiere decir que todo vale. Sabemos que no todo el mundo hace ciencia y que hacer buena ciencia es bastante complicado. Se debe cumplir una serie de requisitos en la metodología y en el tratamiento de los resultados para que nuestro trabajo sea considerado riguroso. Dicho de otro modo, para hacer ciencia no se está determinado a seguir una metodología específica pero sí a seguir ciertas «reglas». De este modo, todas las ciencias tienen puntos en común. Mosterín (2013) indica algunos rasgos:
- Deben precisar sus conceptos y tesis.
- La contradicción siempre es intolerable y la consistencia es una exigencia inexcusable.
- La hipótesis han de ser contrastables con la realidad, aunque sea de un modo indirecto, y hay que intentar ponerlas a prueba.
- Es inaceptable falsificar datos.
- Lo hechos mandan, y siempre hemos de estar dispuestos a revisar nuestras hipótesis y teorías en función del descubrimiento de nuevos hechos.
Pero, como se suele decir, ciencia es lo que los científicos dicen que es ciencia. Para que tu investigación sea científica debe ser aceptada y publicada por una revista científica donde los revisores han aceptado tu trabajo. Si no es así, por muy bien que hayas hecho tu investigación, no formará parte del conocimiento científico.
Quizá, la idea de que existe un método paso a paso para descubrir algo pueda deberse a la forma en que se publican los artículos científicos. Los artículos científicos nos dicen bastante sobre qué debe cumplir una investigación para que sea considerada rigurosa pero nos dice bastante poco de cómo los investigadores han trabajado, las dificultades que han tenido, los errores, la multitud de experimentos fallidos, las hipótesis falsas… El artículo científico está muy ordenado y compacto, es una manera buena de comunicar los resultados de una investigación, pero esto no quiere decir que se haya razonado de esa forma.
Casi todos siguen este esquema:
Introducción, marco teórico, objetivos, metodología, resultados, análisis y conclusiones.
En algunos casos se puede introducir futuras investigaciones relacionadas con el tema.
Que haya un marco teórico nos indica que lo que se expone se basa en trabajos contrastados, que no surge de hipótesis surgidas de la nada, sino que tienen cierta consistencia. En ciencia se suelen marcar unos objetivos muy concretos y muy bien definidos para saber qué se quiere investigar. La metodología es muy importante, ya que un rasgo común de todas las ciencias es que otros investigadores puedan reproducir y observar lo que uno ha investigado. Se obtienen unos resultados cualitativos o cuantitativos que deben ser analizados para sacar conclusiones, las cuales deben ser prudentes y coherentes con la metodología y los resultados.
Esta manera de publicar esconde mucho sobre el proceso de hacer ciencia.
Fuentes consultadas:
BELL, R.L. (2009). Teaching the Nature of Science: Three Critical Questions. En Best Practices in Science Education. Carmel, CA: National Geographic School Publishing.
McCOMAS, W. F., y OLSON, J. K. (1998). The nature of science in international science education standards documents. En W.F. McComas (Ed.), The Nature Of Science In Science Education. Rationales and Strategies (pp. 41-52). Dordrecht: Kluwer Academic Publishers.
Mosterín, J. (2013). Ciencia, filosofía y racionalidad. Gedisa.
Uf, no digo que no tengas razón, pero bastante desacreditado está ya el método científico en algunos círculos como para andar complicando más las cosas. No sé, pero ya me estoy imaginando a los homeópatas/astrólogos/charlatanes varios enlazando este post y titulando «Científicos reconocen que el método científico es incorrecto».
No podemos enseñar la ciencia teniendo en cuenta a los que hacen mal uso de ella. De hecho, una de las causas de la poca credibilidad de la ciencia para algunos es que a veces se enseña como una religión, sin dar pruebas de lo afirmado.
El proceso de hacer ciencia, es decir, de descubrir el mundo que nos rodea es el que es, y tanto la historia como la metodología científica actual nos demuestra que no es único. Esto no le resta valor.
El trabajo científico tiene unas características muy reconocibles, algunas de ellas comentadas en el post.
Gracias por tu comentario Jesús.
Saludos.
[…] de la serie “Cosas que habría que saber antes de estudiar ciencia“, titulado “El inexistente método científico“. En este post, como el propio nombre indica, argumento que no existe un método […]