Profesores y alumnos, por Albert Einstein.
Por Lorenzo Hernández • 25 Oct, 2011 • Sección: Textos OriginalesLas siguientes palabras de Albert Einstein están escritas en muchos sitios, pero quiero recordarlas en este blog para que no se nos olviden a todos los que seguimos aprendiendo e intentamos enseñar. Y sobre todo, al alumnado adolescente que aún, debido a la edad, no se ha dado cuenta del valor del conocimiento que nos han dejado nuestros antecesores.
Charla a un grupo de niños. Publicado en Mein Weltbild. Amsterdam: Querido Verlag, 1934.
El verdadero arte del maestro consiste en despertar la alegría por el trabajo y el conocimiento.
Mis queridos niños:
Me alegra veros aquí hoy, juventud feliz de una tierra alegre y dichosa.
No olvidéis nunca que las cosas maravillosas que aprendéis en la escuela son obra de muchas generaciones, producto del esfuerzo entusiasta y del trabajo incansable de todos los países del mundo. Se deposita todo esto en vuestras manos como herencia para que lo recibáis, lo honréis, lo aumentéis y podáis transmitirlo un día fielmente a vuestros hijos. Así es como nosotros, los mortales, alcanzamos la inmortalidad en las cosas permanentes que creamos en común.
Si nunca olvidáis esto, hallaréis un sentido a la vida y al trabajo, y adoptaréis la actitud más correcta hacia otras naciones y otras épocas.
Fuente: Mis ideas y opiniones. Albert Einstein.

[…] Einstein, Mis ideas y opiniones (vía cienciaonline, @cienciaonline) […]
[…] Einstein, Mis ideas y opiniones (via cienciaonline, […]
La Teoría de la Relatividad es el producto de un error interpretativo.
Einstein propuso que se considerara constante la velocidad de la luz con base en los resultados del famoso, reconocido y aceptado experimento de Michelson y Morley (MyM) en el año de 1887, lo que Einstein no sabía, era que aquellos resultados, ya aceptados por la ciencia y galardonados con el Nobel, se habían interpretado erróneamente, al creer que los fotones de luz recorrían distancias iguales a lo largo de los dos brazos del interferómetro de Michelson, cuando lo que sucede realmente, es que los fotones recorren, a lo largo de los brazos, distancias diferentes en tiempos iguales, por lo tanto realizan sus respectivos recorridos a velocidades diferentes.
El experimento de M y M está bien realizado, pero realmente demuestra todo lo contrario a lo que se ha creido desde 1887. LA CONCLUSIÓN CORRECTA ES QUE: LA VELOCIDAD DE LA LUZ NO ES CONSTANTE, SINO QUE ES VARIABLE Y DEPENDE DE LA VELOCIDAD DE LA FUENTE QUE LA EMITE.
Para conocer la demostración del error de Michelson y Morley, debes solicitarla a martinjaramilloperez@gmail.com ya que es una demostración geométrica que no se puede incluir en este comentario.