El acorde de una sola nota.
Por Lorenzo Hernández • 2 Ago, 2011 • Sección: MúsicaUn acorde consiste en un conjunto de dos o más notas diferentes que suenan simultáneamente o en sucesión y que constituyen una unidad armónica. Así pues, ¿cómo se puede hablar de un acorde de una sola nota?
Lo que ocurre, es que es muy probable que ninguno de nosotros hayamos oído una nota, más concretamente una nota “limpia” (por decirlo de alguna manera). Las notas son tan difíciles de generar que hasta la aparición de los instrumentos electrónicos no fue realmente posible reproducirlas. Los sonidos que contienen una sola frecuencia acústica son prácticamente desconocidos en el mundo natural, y no existe ningún instrumento tradicional que los emita (aunque algunos se acercan bastante).
Cuando se tañe una cuerda de guitarra, se pasa el arco por el violín, se pulsa una tecla de piano o se sopla una flauta o trompeta, el aire no se pone a vibrar en una sola frecuencia. La resonancia de la cuerda o del cuerpo del instrumento genera una compleja mezcla de frecuencias, todas las cuales son por lo general múltiplos enteros de la más baja. Una cuerda oscilante, por ejemplo, no solo genera una onda con una longitud igual a la de la cuerda, sino también ondas la mitad de largas que ella- y por lo tanto el doble de frecuencia-, un cuarto, etcétera. Lo único que importa es que toda una serie de longitudes de onda tiene que encajar en la longitud de la cuerda.
Imaginemos que hacemos vibrar una cuerda de guitarra:
La mayoría de la energía acústica del sonido se canaliza por la frecuencia “fundamental” (primer armónico). Los tonos más agudos se llaman “armónicos”. Por lo general, un instrumento produce docenas de armónicos, pero no todos son fáciles de detectar dado que se van debilitando conforme aumenta su frecuencia.
La presencia de armónicos significa que casi cualquier nota que oigamos emitida por un instrumento musical, incluida la voz humana, es en realidad un acorde. Sin embargo, no es así como lo oímos. Nuestro oído y nuestro cerebro se confabulan para que percibamos todos los armónicos fundidos en una sola nota.
Fuente: El instinto musical: Escuchar, pensar y vivir la música. Philip Ball. Turner Noema.