El debate del 9 en la selección española y el control de variables.

Por • 17 Jun, 2012 • Sección: Hablar de Ciencia, Sin categoría

No me gustaría cometer el error de analizar el fútbol de manera científica, pero quizá sí sea adecuado analizar las conclusiones no científicas a las que suelen llegar afición, periodistas, futbolistas y el mundo del fútbol en general. Estos errores nos pueden servir para saber cómo se ha de actuar en ciencia cuando queremos saber cual es la causa ( o causas) de un efecto.

Estoy hablando del debate de jugar con un 9, un delantero centro (Fernando Torres), o el falso nueve (Cesc Fábregas).

La conclusión del mundo del fútbol, de jugar con un 9, parece que se aclaró con el 4-0 contra Irlanda. Está claro, España debe jugar con un 9, los datos hablan por sí mismos: 1-1 contra Italia con falso nueve y 4-0 contra Irlanda con un 9.

Los más prudentes suelen decir que ni se jugó tan mal contra Italia, ni tan bien contra Irlanda. Estos son, quizá, las declaraciones más científicas, más objetivas. Cuando en ciencia se quiere saber una causa de un efecto lo que se intenta hacer es controlar variables y cambiar una de ellas para saber si el resultado cambia. Por ejemplo, para saber si aumenta la velocidad de una reacción química se puede cambiar la temperatura, presión, superficie de contacto o concentraciones, variando una de ellas y manteniendo constantes la otras, de tal manera que podemos deducir qué influye y qué no en la velocidad de una reacción química determinada.

En el fútbol se superpone la pasión a la razón, pero podemos usar la misma lógica para saber si ciertas conclusiones son erróneas.

En los partidos de España contra Italia e Irlanda cambiaron dos variables bastante importantes al mismo tiempo.

Primera y más importante: nada más y nada menos que el equipo contrario. ¿Hubiera marcado Torres dos goles contra Italia? Por cierto, Fábregas marcó uno contra Irlanda.

Segundo: el estado del césped. Según los jugadores de la selección, el césped estaba largo y seco contra Italia, y corto y húmedo contra Irlanda, favoreciendo este último el juego de España.

Por tanto, ¿cómo podemos obtener conclusiones si hemos cambiado dos variables importantes a la vez?

Está claro que sería prácticamente imposible hacer un estudio científico. Para saberlo, tendrían que jugar un número suficiente de veces los tres equipos con distinta alineación para poder sacar conclusiones convincentes. Pero ya sabéis, el fútbol es fútbol, y quizá no sirva el razonamiento científico para triunfar, pero sí lo podemos usar para aprender cómo no se deben sacar conclusiones objetivas.

A ver si es verdad que no hay dos sin tres.

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Un comentario »

  1. estoy totalmente de acuerdo

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