Libros de texto (IV): la ausencia casi total de Aristóteles.
Por Lorenzo Hernández • 3 Oct, 2019 • Sección: Enseñanza, LibrosCuando un libro de texto desarrolla el tema de cinemática o dinámica se suele empezar tratando la relatividad del movimiento, los sistemas de referencia, la velocidad, aceleración y, por último, las fuerzas. Posteriormente se introduce la problemática del movimiento de la Tierra comentando algunos de los modelos cosmológicos propuestos a lo largo de la historia. Resulta evidente que si uno quiere estudiar estos temas hay que aprender lo que hoy consideramos correcto sobre estos conceptos y hay que estudiar la física de Galileo, Newton y, a un nivel más avanzado, Einstein. Sin embargo, desde mi punto de vista, se comente un error histórico bastante grave que dificulta la comprensión de la importancia de las aportaciones de los científicos de la llamada Revolución Científica de los siglos XVI-XVII. El error consiste en no dedicarle suficiente tiempo a la física de Aristóteles y a la cosmovisión antigua del mundo.
Sí suele aparecer algo de la física de Aristóteles, generalmente sobre la caída de los objetos, sobre todo para afirmar que estaba equivocado y para enfrentarla a la física de Galileo. Sin embargo, no se contrasta de manera proporcional. Si comentamos una característica de la física de Aristóteles de manera aislada y la enfrentamos a la física de Galileo y Newton profundamente desarrollada en el libro de texto no se puede llegar a entender la importancia que tuvieron, la dificultad de desterrar la física aristotélica que duró nada más y nada menos que unos dos mil años.
En los libros aparece desarrollada la cosmovisión newtoniana, sin embargo no se desarrolla la cosmovisión aristotélica. Aristóteles no propuso ideas aisladas sobre el mundo físico sino que eran ideas enlazadas como un puzzle, de tal manera que si una cambiaba debían cambiar las demás. Su física cuadraba con las observaciones y con la cosmología de la época. Que hoy sepamos que se equivocó en su interpretación no le resta mérito. De hecho, la física aristotélica es la que coincide con nuestro sentido común y con nuestras observaciones. Desde mi puto de vista, tendríamos que intentar que el alumnado asimilase la física de Aristóteles como algo evidente, algo indiscutible. Una vez asimilada y convencidos de que funciona para explicar el mundo, empezar a hacer el cambio conceptual a la física de Galileo y Newton. De esta manera, podremos «experimentar» la dificultad de desterrar una y aceptar otra.
Si empezamos el tema del movimiento con Galileo y Newton estaremos dando por sentado que esa física y cosmología en la obvia, cuando es precisamente al revés. Es como si empezáramos el tema del movimiento con la relatividad de Einstein explicando al alumnado que tanto el espacio como el tiempo son relativos, que la gravedad no es una fuerza sino la distorsión del espacio-tiempo, etc. Esto no es nada obvio, como no lo son la física de Galileo y Newton.
Si no enfrentamos al alumnado a dificultades parecidas a las que tuvieron estos científicos y científicas (nunca podrás ser similares por los distintos contextos) no podrán comprender la importancia que tuvo dicha época para la ciencia y para el mundo moderno, y siempre permanecerá la siguiente pregunta: ¿tan ciegos estaban los que precedieron a Galileo, Kepler, Newton…que no se dieron cuenta de que Aristóteles estaba equivocado?