Información, divulgación y vulgarización.
Por Lorenzo Hernández • 12 Dic, 2010 • Sección: Divulgación Científica, EnseñanzaBegoña Zubia Gallastegui y Leire Cancio Orueta en su artículo “Ciencia, tecnología, sociedad y medios de comunicación. De la divulgación a la reflexión, a través de la comunicación» dicen:
«No es lo mismo divulgar que informar (nogeras, 2006) y son dos las actividades a las que hacen referencia ambos términos. El primero nos sitúa en el campo de la producción científica y el segundo en el del periodismo y los medios. Convenimos en que divulgar es trasmitir de manera sencilla lo establecido por la ciencia (Plazaola, 2002) y que sus objetivos pueden ser varios y muy diversos: desde aumentar la legitimidad profesional e incluso social del científico, hasta posibilitar la participación ciudadana en los debates (consensos y disensos) y, en su caso, en el control sobre aquellas decisiones, planes e intervenciones científicas que afectan y repercuten en la configuración actual y futura de una sociedad (Aranes Usandizaga, 2002). La información y el periodismo se sitúan en un campo más prosaico. No hay que perder de vista que el periodismo es una actividad que se ejerce en el marco de empresas que operan en el mercado y que, por tanto, buscar y publicar noticias es un negocio (wilford, 2004). Ciencia y divulgación están intrínsecamente unidas, al igual que información y periodismo.»
Mª Rut Jiménez Liso y Esteban De Manuel Torres, en su artículo “Actividades de ciencia cotidiana en las ferias de ciencia: una oportunidad para vulgarizar la ciencia” van más allá y hablan de vulgarización:
«Hemos elegido para el título el término “vulgarización” en vez de “divulgación” porque éste pone el énfasis en la propagación y extensión de la ciencia que bien puede tener como actores a los propios científicos en colaboración con los medios de comunicación y cuyo objetivo puede reducirse a granjearse a la opinión pública para informar sobre lo que se trabaja o para qué (González y Jiménez-liso, 2005), mientras que “vulgarizar”, por el que nos decidimos, que tiene alguna acepción con matices incluso peyorativos como “portarse como la gente vulgar”, permite que los actores no se concentren en una élite científica y centra el objetivo en la educación científica de la gente vulgar (¿analfabeta científicamente?).»
En los medios de comunicación un altísimo porcentaje es información, a veces hay algo de divulgación y la vulgarización es nula. La vulgarización debe ser el objetivo último de los que enseñan ciencia.

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